Los nazis hicieron prisioneros a unos 40.000 españoles que fueron integrados en campos de prisioneros de guerra, llamados Stalags. Algunos corrieron peor suerte que el resto y, posteriormente, fueron trasladados a Mauthausen: Un campo de concentración nazi en Austria; un campo calificado de tercera clase, de exterminio.
Al llegar allí, los nazis los despojaron de su ropa, de sus pertenencias e incluso de su identidad, asignándoles un número y un triángulo azul, símbolo de los apátridas (porque España no los reconocía), con una S de Spanier. Así comienza el drama para unos 7.300 españoles, a dos tercios de los cuales les arrebataron también su vida. Los presos pasaban hambre, eran torturados, explotados, tratados como animales… muchos veían caer a sus amigos, a su familia y no podían hacer nada. Una de las torturas más infames consistía en subir los 186 escalones de la que llamaban “escalera de la muerte” cargados con las enormes rocas que extraían de la cantera. No podían parar, solo confiar en sus piernas desnutridas para que les hicieran llegar al final de la escalera. “Llegar arriba suponía una victoria más”, explicaba José Aresté, preso 5807 del campo.
Los presos no solo tenían que soportar maltratos físicos, sino también torturas psicológicas. La plaza de Mauthausen estaba rodeada por las duchas, las cámaras de gas, la sala de disecciones y los crematorios, cuyas chimeneas desprendían un nauseabundo humo que olía a carne quemada. Las cenizas humanas eran respiradas por todos los internados del campo y, los SS, les advertían constantemente que a Mauthausen se entraba a pie, pero que se salía por la chimenea.
Por fin, en mayo de 1945, las tropas norteamericanas liberaron el campo. Fueron saludados por una pancarta fabricada por los españoles en la que se leía: “Los españoles antifascistas saludan a las fuerzas liberadoras”. Hasta ese día, en la puerta de Mauthausen había una gran figura de piedra del águila imperial sosteniendo una esvástica en sus garras, pero fueron muchos los internados que participaron en su derribo, todo un símbolo del régimen nazi caía al suelo gracias a los que habían sufrido toda su barbarie.
Ahora los testigos nos están dejando para siempre pero, gracias al valor que han demostrado innumerables veces enfrentándose a su propio pasado, sus testimonios son nuestros, su memoria es nuestra. Nosotros relataremos su historia para que sus nombres no caigan en el olvido más absoluto; no debemos olvidar la historia de miles de españoles, personas de nuestro país, de nuestro pueblo o incluso de nuestra familia. Que todo el mundo sepa lo que el hombre hizo una vez con el hombre.
Liberación de Mauthausen
José Aresté
LINKS DE INTERÉS:
Página web de la asociación Amical de Mauthausen y otros campos: www.amical-mauthausen.org
Página web de José Aresté: www.arestejose.com
Boletín de Amical de Mauthausen de septiembre de 2008: viaje al campo en mayo de 2008 y artículo sobre Manuel Rausa (Ballobar): http://www.amical-mauthausen.org/butlletins/Boletin-29cast.pdf
Juan Camacho Ferrer, superviviente de Mauthausen: http://www.cgtandalucia.org/spip.php?article1859
Ha muerto José María Villegas Izquierdo: http://www.cnt.es/node/143
Algunos hombres que sobrevivieron al 'Doctor Muerte' hoy tratan de olvidar: http://www.imperioromano.com/blog/?p=1044
Entrevista a David Moyano, "quiero justicia para los españoles asesinados por el holocausto nazi": http://www.diariosur.es/20080625/espana/david-moyano-quiero-justicia-20080625.html
Mauthausen, el infierno nazi: http://villarrubia.wordpress.com/2009/07/16/mauthausen-el-infierno-nazi/
Impresionante Lucía, de nuevo los pelos de punta. Las imágenes sobrecogedoras. Es bueno saber lo que pasó para que no vuelva a ocurrir y que esas historias se pierdan en el olvido.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Es muy interesante que se siga hablando de los magnicidios acontecidos a lo largo de la historia, y más si son recientes, es MUY IMPORTANTE en el momento que vivimos ahora no OLVIDAR nunca. Esperemos que con la información que se tiene no seamos capaces de cometer NUNCA las mismas atrocidades.De vuestra generación depnede en gran medida.
ResponderEliminarLa semana pasada en la TV Aragón ofrecieron un reportaje en el que participaron supervivientes de este campo y contaron las escenas de sacrificio y terror que suponian las escaleras de la fotografia. No ocultaron el dolor ni las lagrimas que producían sus recuerdos.
ResponderEliminarEn el año 2004 visite el campo de concentración de Polonia KL Auschwitz. A su entrada un cartel te recibe " El trabajo os hará libres". ¡¡¡Que hipocresía¡¡¡¡. Al visitar los barracones, celdas de castigo, pabellones, camaras de gas, crematorios se da uno cuenta de lo que sufrieron todos aquellos que fueron confinados en semejantes jaulas. Un museo del horror que ha quedado perpetuado para que las generaciones futuras se conciencien de lo que ha sido y es capaz de hacer desgraciadamente la especie humana. Creo que debía ser visita obligada para todo el mundo, no es lo mismo ver una pelicula o un documental que subir por los escalones desgastados de lo pabellones, comprobar la estrechez de las celdas de castigo, los restos de pelo, ropas, maletas, piezas ortopedicas de minusvalidos, lentes etc, que forman parte de ese monumento al horror. Produce una dolorosa sensación escuchar a un guía de 26 años con los ojos enrojecidos que son muy pocas las familias de Polonia que no tiene algún familiar entre los asesinados en los campos de concentración.
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ResponderEliminarYo también creo que debería ser una visita obligada porque con el paso del tiempo, todo esto se está olvidando. Mucha gente joven no sabe quien estuvo en esos campos ni por qué. Y para que algo no suceda de nuevo, hay que recordarlo. Todavía siguen vivos algunos supervivientes que están dispuestos a contarlo una y otra vez, porque ellos también piensan que el conocimiento hará que no vuelva a suceder.
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