Ha llovido mucho desde que el periodismo era algo muy laborioso que requería de la dedicación de muchas personas- aquellas antiguas imprentas, donde el periódico se construía línea por línea con la linotipia, cuando no había Internet, ni agencias, ni teléfonos móviles-. Ahora, podemos decir que lo que marca el ritmo de la actualidad es la inmediatez, y quien lo hace posible es Internet.
Pero Internet es mucho más que un medio de comunicación: permite también la relación entre personas, estén donde estén, al mismo tiempo o en momentos diferentes. Aunque es cierto que el acceso al ciberespacio no es uniforme en todas las regiones, esto no parece limitar su poder de influencia. Internet ha cambiado las formas de vida de las sociedades en las que está presente: varían hábitos como la compra de periódicos, el uso de transistores radiofónicos, las comunicaciones por correo postal,… y muchos de estos cambios afectan al periodismo.
Por ejemplo, hay una serie de informaciones, léase parrillas televisivas, meteorología, la Bolsa,… que por su naturaleza cambiante encuentran en Internet un mejor soporte, que permite la actualización de la nueva información a cada instante (algo impensable en las ediciones de periódicos, donde la información se escribe el día anterior, y por tanto con un margen de inmediatez menor). Además de en el contenido, Internet ha promovido cambios en la forma de las noticias: se busca la participación del lector (se facilita la libertad de expresión y por tanto el pluralismo de opiniones), los productos multimedia adquieren mayor importancia, se tiende a expresar la noticia con lenguaje claro, directo y llamativo y se pierde, en cierto modo, la profundización en los temas (el exceso de información provoca “ruido” para el lector).
Otra de las preguntas que levanta esta nueva forma de hacer periodismo es la de la financiación. Para acceder a las informaciones en la red no hay que pagar nada salvo la conexión a Internet. Esta pregunta todavía no ha encontrado respuesta, aunque comienzan a surgir las primeras propuestas por parte de los grandes medios de comunicación.
A raíz de esta relativamente nueva situación para el periodismo, hay quien dice que los medios de comunicación tradicionales van a ser relegados a un segundo plano o incluso pueden desaparecer. Pero estas mismas impresiones surgieron ya con los nacimientos de otros medios de comunicación como la radio o la televisión. Lo que no sabemos es si el caso de Internet será como los anteriores o si cambiará por completo el modelo de comunicar y recibir información.
La prueba irrefutable de que el periodismo digital es una realidad, es la realización de congresos como este, que tienen lugar también en otros puntos de España (en Andalucía se celebra bianualmente el “Congreso Andaluz de Periodismo Digital”, y en Madrid, el “Congreso Internacional de Periodismo en la red”) y del mundo (“Congreso Iberoamericano de Periodismo Digital”).
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